Stranger Things: la nostalgia de una época dorada
La ambientación de la época, la música incidental y el buen uso de cliffhangers completan una serie que intriga, entretiene, apasiona e incluso, nos saca más de alguna sonrisa.
La ambientación de la época, la música incidental y el buen uso de cliffhangers completan una serie que intriga, entretiene, apasiona e incluso, nos saca más de alguna sonrisa.
Un grupo de personas alrededor del mundo de repente están conectados mentalmente y deben encontrar una manera para sobrevivir siendo cazados por aquellos que los ven como una amenaza para el orden mundial.
Penny Dreadful agarra diversos personajes insignes del terror y los junta en una historia redonda, orgánica, donde todos calzan sin ningún esfuerzo. Sir Malcolm Murray es un hombre que ha perdido a su hija Mina en manos de algo sobrenatural. Para poder rescatarla, Sir Malcolm necesitará de la ayuda de la amiga de infancia de Mina, la médium Vanessa Ives, y al norteamericano Ethan Chandler y así combatir extrañas fuerzas que dominan las noches de Londres.
En esta historia llena de intriga y poder, Kevin Spacey interpreta a Francis Underwood, un senador demócrata de Estados Unidos que ve como su ambición por ser Secretario de Estado se ve eclipsada por la decisión del nuevo presidente del país, a quien Underwood ayudó para ser electo. Junto a su mujer Claire (una increíble Robin Wright), Francis planea su venganza.
Cada capítulo de esta serie es una verdadera joya. Acá nada sobra ni falta. Los diálogos son justos, las actuaciones magníficas. Yo aplaudo de pie el trabajo que hace Jeffrey Tambor (Mort/Maura) y cómo logra darle veracidad a escenas que podrían haber quedado como una caricatura de la realidad.
Rectify es de esas joyitas que se conocen por el boca a boca. No muy popular acá en Latinoamérica, esta serie de Sundance Channel cuenta una historia desgarradora, muy humana en sus actuaciones y que cala en lo más profundo de los espectadores.
Esta serie, que en un principio solo creí que tendría puras chiquillas desnudas (como Game of Thrones), resultó ser mi mayor descubrimiento del año pasado. De actuaciones soberbias (algunas que hasta lograron superarse en esta segunda temporada), un sólido guión y una utilización de los recursos audiovisuales simplemente soberbia, Masters of Sex queda dentro de mi reducida lista de las mejores series del año.
Uno de los grandes puntos a favor que tiene esta serie es la forma en que está narrada: True Detective cuenta sucesos de 17 años atrás desde una sala de interrogatorio en el presente, logrando que el espectador sepa solo las versiones que cuenta cada personaje desde su punto de vista.